En episodios anteriores de «La era de la locura»…

En episodios anteriores de «La era de la locura»…

(Traduzco a continuación, con permiso del autor, el resumen de Un poco de odio que Joe Abercrombie publicó en su página web en las fechas previas al lanzamiento original de su continuación, El problema de la paz. Espero que disfrutéis mucho tanto de este resumen como del libro, que publica el sello Runas de Alianza Editorial, traducido por mí, el próximo 25 de febrero.)

Se ha señalado en alguna ocasión que, en una serie de fantasía larga y compleja con distintos puntos de vista, docenas de personajes y centenares de páginas, tras una espera de doce meses entre una entrega y otra, quizá sea conveniente recapitular un poco. Así que, para quienes estéis a punto de empezar El problema de la paz y penséis que os vendría bien un breve repaso, aquí tenéis un resumen de lo sucedido en Un poco de odio. Sobra decir que lo que viene a continuación puede destriparos dicho libro y también otros ambientados en el mundo de «La Primera Ley»…

Es una era de cambios vertiginosos. Las chimeneas de la industria brotan sobre las ciudades de la Unión y las antiguas certezas se hacen añicos. La nación se tambalea, debilitada por tres infructuosas guerras contra los estirios, lisiada por el prohibitivo interés de los préstamos de la Banca Valint y Balk y desgarrada por sus rencillas internas. El rey Jezal tiene buenas intenciones pero poca decisión, y es el archilector Glokta, despiadado líder de la Inquisición de Su Majestad, quien lleva treinta años gobernando en la práctica desde su asiento en el Consejo Cerrado. Pero está por ver si su reinado extraoficial podrá durar mucho más. Los aristócratas del Consejo Abierto se impacientan y, a pesar de los brutales intentos de represión, los Rompedores y los Quemadores descargan unos golpes cada vez más audaces en favor del pueblo, esperando desatar un Gran Cambio que ponga la sociedad patas arriba.

Para la élite social, es una era de progreso y oportunidades. Savine dan Glokta, la desalmada y ambiciosa hija del archilector, ha tejido una telaraña de favores, acuerdos, préstamos y chantajes a lo largo y ancho de la Unión. Con la ayuda de su inigualable dama de compañía Zuri y su famoso amigo ingeniero Honrig Curnsbick, Savine se ha convertido en una de las empresarias más ricas y envidiadas de toda Adua, el modelo para una nueva casta de inversores y propietarios de industrias.

Su amante secreto, el príncipe Orso, hijo del rey Jezal y heredero al trono, es cualquier cosa menos industrioso. Paralizado entre las expectativas de los súbditos de la Unión y la corrupción de su política, lleva diez años desperdiciando sus talentos en vino, mujeres y malas compañías, esquivando toda responsabilidad y también los constantes intentos de su madre, la reina Terez, por encontrarle esposa.

Para muchos que viven en el otro extremo de la escala social, es una era de desigualdad y explotación. Victarine dan Teufel es una curtida expresidiaria convertida en espía que se infiltra en los Rompedores cumpliendo órdenes del archilector, sacando conspiraciones a la luz por cualquier medio a su alcance en busca del misterioso líder revolucionario conocido como el Tejedor. Gunnar Broad, mientras tanto, regresa de la sangrienta pesadilla que fueron los campos de batalla en Estiria para descubrir que su oficio de pastor está desapareciendo del mapa a marchas forzadas. Siempre a merced de su mal genio, mata a los hombres enviados para expulsarlo de sus tierras y escapa con su esposa Liddy y su hija May a la masificada e industrial ciudad de Valbeck, donde el río está manchado de tinte, la lluvia es negra por el hollín y los sentimientos revolucionarios empiezan a exacerbarse.

Al otro lado del mar Circular, en el extenso y árido Norte, las cosas han cambiado menos de lo que podría desearse. Scale Mano de Hierro es el rey de los norteños, pero pasa casi todo el tiempo bebiendo y rememorando glorias pasadas. El verdadero poder en la sombra es su astuto hermano, Calder el Negro, y quien se postula como heredero de la Silla de Skarling es el temible hijo de Calder, Stour Ocaso, a quien llaman el Gran Lobo. Jonas Trébol, que antaño fue un famoso guerrero pero ahora malvive a base de enseñar esgrima, recibe el nada envidiable encargo de ayudar a su vieja amiga Wonderful a mantener al salvaje y arrogante Stour en el buen camino, sea cual sea ese camino.

Percibiendo la debilidad de la Unión, Calder el Negro aprovecha la oportunidad para saldar antiguas cuentas e invade el protectorado de Uffrith, situado entre el Norte y Angland, la provincia más septentrional de la Unión. El ataque sorprende con la guardia baja al dirigente de Uffrith, el Sabueso, y a la señora gobernadora de Angland, Finree dan Brock. Muy superados en número, se ven obligados a batirse en retirada, confiando en dar la vuelta a la situación cuando el rey Jezal por fin les envíe refuerzos. El constante repliegue no hace ninguna gracia al hijo de Finree, Leo dan Brock, el Joven León, que a esas alturas ya es un guerrero de renombre pero que, al igual que su enemigo el Gran Lobo, adolece de cierta temeridad y arrogancia.

La única hija del Sabueso, Rikke, es propensa a sufrir ataques y visiones, y todo el mundo opina que está medio loca. La montañesa Isern-i-Phail, a quien también se considera medio loca como mínimo, está convencida de que Rikke goza de la bendición del ojo largo, la capacidad de vislumbrar atisbos del pasado y el futuro. Mientras se la lleva a las montañas para confirmar su teoría, las dos se quedan atrapadas detrás del avance de las líneas norteñas y se ven obligadas a superar un atroz calvario para escapar, durante el que Rikke desarrolla un odio apasionado por Stour Ocaso y los suyos. Por fin llegan al campamento del Sabueso con un poco de ayuda de Trébol y de Caul Escalofríos, un Mejor Guerrero con un ojo metálico y uno de los luchadores más temibles del Norte. Allí, Rikke se encuentra con Leo. Fueron amigos de niños, saltan chispas entre ellos como adultos y, borrachos en una celebración, pronto se hacen amantes.

Espoleado por fin a una acción pospuesta demasiado tiempo, el príncipe heredero Orso decide encabezar un ejército hacia el Norte. Incapaz de arrancar dinero a una tesorería asediada por las deudas, Orso convence a Savine de que le preste la pequeña fortuna necesaria para reclutar tropas. Mientras él se prepara para la guerra, Savine organiza un viaje a Valbeck para supervisar sus múltiples inversiones allí y se descubre compartiendo carruaje con Vick dan Teufel, cuyas investigaciones la han llevado a creer que los Rompedores podrían estar activos en la ciudad. Vick descubre para su sorpresa que los revolucionarios están organizados y son numerosos, que ya planean una revuelta y que los lidera el Tejedor en persona, que resulta ser nada menos que el superior de la Inquisición en la ciudad, Risinau.

Durante una visita a una fábrica de su propiedad, Savine se ve atrapada en el levantamiento y obligada a huir de sus amotinados trabajadores arrastrándose a través de su propia maquinaria hasta el río, de donde escapa disfrazada de mendiga para descubrir que toda Valbeck se ha sumido en un violento caos. Se pone a salvo con Gunnar Broad y su familia, pero, con la ciudad en las firmes manos de los Rompedores y los Quemadores, no hay escapatoria posible.

Al enterarse de que Savine corre peligro, el príncipe Orso renuncia a sus planes de dirigirse al Norte y lleva sus tropas a Valbeck para contener la insurrección. En la ciudad asediada, las cosas van de mal en peor. La Jueza, la lunática cabecilla de los Quemadores, organiza un tribunal improvisado y ahorca a varias decenas de propietarios y colaboradores, mientras los incendios arrasan la ciudad y las reservas de comida menguan cada vez más. Con la ayuda de Vick en el interior, Orso logra negociar una rendición prometiendo la amnistía a los Rompedores. Savine por fin escapa de la ciudad con la familia Broad y se reúne con Orso. El príncipe heredero se da cuenta de sus verdaderos sentimientos por ella y le propone matrimonio, pensando que ya tiene algo de lo que enorgullecerse con su reconquista más o menos pacífica de la ciudad… hasta que el segundo al mando del archilector Glokta, el superior Pike, incumple la promesa de amnistía y ahorca a doscientos Rompedores en el camino de entrada a Valbeck para hacer patente el coste de la traición.

Con las tropas de Orso desplegadas en Midderland, Finree dan Brock y el Sabueso no tienen más remedio que forzar una batalla contra los norteños. Esperan poder engañar al impulsivo y joven guerrero Stour para que lance un ataque imprudente, pero terminan cayendo ellos en la trampa de Calder el Negro. Solo les evita el desastre una visión del ojo largo de Rikke, que demuestra así a todo el mundo que sus poderes mágicos son verdaderos. Leo dan Brock por fin ve cumplido su deseo de encabezar una carga heroica, pero la batalla termina en tablas y el Joven León y el Gran Lobo se desafían mutuamente a un duelo tradicional en un círculo de escudos para decidir el futuro del Norte.

Los padres de los dos jóvenes campeones, Calder y Finree, son más cautos y se oponen con firmeza a una apuesta tan demencial como esa, pero deben claudicar ante Scale Mano de Hierro y el repentino ascenso de Leo al cargo que ocupaba su padre, el de lord gobernador de Angland. El duelo se celebra y Stour demuestra ser mejor espadachín, pero se dedica a jugar con Leo y da la oportunidad a Rikke de utilizar su ojo largo para decantar el resultado del combate. Leo sale victorioso, salva el Protectorado y pone fin a la guerra, pero opta por perdonar la vida a Stour e intentar convertirlo en su aliado, decisión que provoca el absoluto rechazo de Rikke.

Savine regresa a Adua decidida a casarse con Orso y ser reina, pero su madre, Ardee, hace picadillo sus sueños con una sola revelación: que tuvo una aventura con el rey Jezal y Savine es hija bastarda del monarca y hermanastra de Orso. Ante la imposibilidad tanto de casarse con su hermano como de revelarle el secreto, Savine rechaza la proposición de Orso y le prohíbe todo contacto con ella, hundiéndolos a ambos en el desaliento. Ella se lanza de vuelta a los negocios con menos compasión que antes si cabe, y llega a la conclusión de que Gunnar Broad es el hombre perfecto para amenazar tanto a socios como a empleados, haciendo que Gunnar incumpla una vez más las promesas realizadas a su esposa y su hija de que no se meterá en más líos.

Aclamado como héroe, el lord gobernador Leo dan Brock cruza el mar Circular seguido por una reacia Rikke, el romance entre ambos arruinado. Pero la bienvenida que recibe Leo en la ciudad no es la que esperaba. El archilector Glokta se niega a pagar las cuantiosas deudas bélicas de Angland y además insiste en que Leo comparta sus laureles con el príncipe heredero Orso, cuya imagen requiere un urgente lavado de cara. Los viejos resentimientos se ahondan, y Vick dan Teufel empieza a sospechar que al final los Rompedores podrían haber salido reforzados de su fracaso en Valbeck.

Bayaz, el Primero de los Magos, escoge ese momento para regresar a Adua. Al legendario mago se le atribuye haber salvado la Unión de los gurkos treinta años antes, aunque destruyera media capital para hacerlo. Reverenciado incluso por el archilector Glokta y el rey Jezal, Bayaz empieza a expandir su ya formidable influencia con la ayuda de su asistente Yoru Sulfur, un hombre que siempre se las ingenia para aparecer en el momento preciso.

Atribulada por sus experiencias en Valbeck, poseedora de un terrible secreto y llorando la pérdida de Orso, el famoso buen juicio de Savine ya no es lo que era. Cuando conoce al arrebatador Joven León, que parece ser la antítesis del príncipe Orso, Savine renuncia a toda precaución y lo seduce. Rikke y Orso, celosos y rechazados pero con una sorprendente afinidad en sus sentidos del humor, también pasan a ser improbables compañeros de cama.

En el Norte, el rey Scale Mano de Hierro celebra una de sus fiestas empapadas en cerveza para consolar a su heredero electo, Stour Ocaso, tras su derrota en el círculo. Pero el Gran Lobo ha desarrollado una sorprendente vena filosófica, al parecer después de haber aprendido una lección. Por desgracia, esa lección consiste en hacerse ya con lo que le corresponde por derecho, asesinando a su tío y coronándose rey sin esperar ni un momento más. Al recibir la orden de matar a su amiga Wonderful o morir él, Trébol no duda ni un momento en salvar su propia vida, y Calder el Negro llega para encontrar sus meticulosos planes para el futuro del Norte desmoronados en ruinas sanguinolentas.

Durante el desfile en honor de la victoria de Leo, Rikke tiene la visión de un cabecilla muerto y, temiendo por la vida de su padre, vuelve a casa. Pero la repentina muerte que sacude el mundo no es la del Sabueso, sino la del rey Jezal. Junto a su lecho de muerte, Bayaz apoya una mano paternal en el hombro del príncipe Orso y dice: «Larga vida al rey»…

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